Desde no hace mucho, ha tomado protagonismo que el aceite de palma que llevan los productos procesados, especialmente los productos para bebés y niños, es una grasa muy perjudicial para la salud. Y sin embargo, no se nos cuenta que otras grasas como los aceites vegetales que lleva cualquier lata de conserva, o el aceite de girasol recalentado de las magdalenas que nos venden como sanas, que los aceites hidrogenados de cualquier galleta que compremos, es igual de tóxica que el de palma. Incluso el aceite de girasol que se compra para cocinar, por ser más barato y sin saber que al final le sale caro a nuestra salud.
Me parece muy buena idea la iniciativa de los colegios de intentar introducir buenos hábitos alimenticios, haciendo un plan de merienda saludable de media mañana. El problema de esta iniciativa es que en los casos que conozco, se queda coja ya que no se da importancia, en absoluto, a la calidad de los productos que forman esas meriendas. Se basa en intentar que las familias alimentemos mejor a nuestros hijos y los alejemos de la bollería y las grasas de mala reputación. Sin embargo, a las familias no se les explica, que la procedencia-fabricación-calidad de los productos marca la diferencia, por lo que, de esta forma, el esfuerzo de que los niños se alimenten bien es inútil.
Pongo el ejemplo de mi hija:
A lo largo de la semana tiene que llevar:
Lunes a elegir.
Martes: bocadillo. Sin más explicación de cómo debería ser un bocadillo sano. Las alternativas más habituales son de pan blanco o de molde. Estas harinas blancas están relacionadas con sobrepeso y obesidad en nuestro país. Y si hablamos de los rellenos: jamón york, mortadela, salami, queso para untar, cremas de cacaos y chocolates varios ( dan igual marcas conocidas o marcas blancas), todos tienen grasas trans, sal refinada y azúcar entre otros, aunque sean rellenos salados.
Miércoles: galletas. Por favor coged los ingredientes de cualquier producto de bollería que os guste y compararlo con los de cualquier paquete de galletas que nos venden...PREMIO!! Pero si son los mismos ingredientes. Pues sí, las galletas no son más saludables que la bollería. De hecho se podrían catalogar como bollería, desde el punto de vista perjudicial para la salud.
Jueves: fruta. Esto sí nos vale.
Viernes: lácteos. Pettit suisse, quesos grasísimos para untar con unos palitos, yogures bebibles, mi primer "yogurcito", quesitos," minis ..."
Éstos no son lácteos. No están hechos con leche de calidad, llevan mucho azúcar, sal refinada, conservantes, colorantes, grasas de mala calidad...de verdad éstos no son lácteos. Los lácteos de verdad llevan buena leche, de vacas o cabras, criadas al aire libre, no hormonadas para que den más producción, ni tratadas y alimentadas a piensos, son animales herbívoros!!!
Los yogures de verdad, están hechos como se hacían antes, sólo con dos ingredientes: leche de buena calidad con su grasa natural y fermento. (Y os puedo asegurar que no necesitan azúcar añadido, ni colores varios para comerlos. Son naturalmente dulces, cremosos y muy blancos... riquísimos.)
El queso se hace con leche de buena calidad, sal y cuajo. Y ya. Siempre se hizo así. Con su grasa natural, que para nada nos hace enfermar, ni engordar, como se nos ha estado diciendo siempre.
Kéfir, leche fermentada naturalmente de 24 horas, que se puede hacer en casa. Innumerables beneficios para la salud de nuestro intestino en particular y de todo el cuerpo en general. (En la página del ministerio de Sanidad, tenemos cómo hacerlo con leche cruda (realmente la que mayores beneficios aporta) en casa, y habla de todo lo bueno de este líquido blanco.
Esta concienciación debemos hacerla entre todos, sanitarios, gobiernos y familias. Es un gran problema el de nuestra sociedad. La gran pandemia de sobrepeso y obesidad va a más si no dejamos de consumir a diario estos productos. Los niños, los más perjudicados.
Pido un poco más de formacion-información, para que lo que se hace tenga algún sentido. Que profesionales del tema sean quienes se encarguen de recomendar estas pautas porque si no, lo que se hace es liar más a las familias y dar una información errónea a los más peques, ya desde el principio, de lo que es o no saludable.
... Y no, los genes no tienen la culpa, éstos se mantienen a raya con buena alimentación y buen estilo de vida...esto ya está más que demostrado...
Ingredientes para la crema de cacao:
- Dos cucharadas soperas de cacao en polvo 100% sin azúcar.
- Dos cucharadas soperas de crema de avellanas sin azúcar.
- Las semillas de media rama de vainilla.
- Una cucharada sopera de miel cruda. (Importante que sea cruda para que mantenga todas las propiedades de la miel, si no es así, sería como cualquier otro azúcar.) Si te gusta más dulce, puedes añadirle más miel.
(Una ración)
- Media manzana con su piel, si es eco.
- Unas fresas cortadas en finas rodajas.
- Canela en polvo.
- Virutas de chocolate.
- Zumo de limón.
Descorazonamos la manzana y la cortamos por la mitad. De cada mitad, sacamos una ración. Vamos cortando, con una mandolina o cuchillo de vegetales, lascas finas de 1mm, más menos. Las rociamos con el zumo de limòn. Preparamos una sartén con un poquito de aceite de coco bien repartido y hacemos las manzanas a la plancha por los dos lados. Cuando están blanditas, alrededor de un minuto, las sacamos y montamos el plato.
Sobre la primera rodaja de manzana, untamos por encima con la crema de cacao. Ponemos otra rodaja de manzana y seguimos haciendo lo mismo hasta poner la última capa. En ésta última, le ponemos un pegote de crema en el centro de la rodaja y vamos colocando las láminas de fresas alrededor del pegote, cayendo hacia la primera capa de manzana.
Para terminar se rocía con canela en polvo y se ralla un poco de chocolate negro al 90% por encima.
Además lo he adornado con unos copos de coco rallado y unas cazuelitas de chocolate caseras.
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